Una constatación y una predicción

La constatación:

No me baso en estadísticas sino en la simple observación de mi entorno más cercano, el laboral. Y lo que veo es que en mi oficina, en la que trabajamos unas cincuenta personas, desde principios de diciembre hay 5 compañeros que han adquirido un lector electrónico (tres de ellos, el Kindle). Un 10% del total, cuando hasta entonces solo conocía la existencia de tres personas (una de ellas, un servidor, y el mío es de agosto) que dispusieran de su correspondiente ereader.

Un 16% del total del personal tiene por tanto en casa un dispositivo de lectura de ebooks. Al menos, porque seguro que hay quien lo ha adquirido recientemente y yo no me haya enterado.

Por tanto, creo que no me equivoco al decir que lo de la lectura en formato digital es un hecho imparable y que la entrada de Amazon en España no ha hecho sino acelerarlo.

La predicción:

Estoy convencido de que, a corto plazo, lo único que se editará en papel (y hablo de narrativa, no incluyo aquí libros técnicos, de consulta como guías o aquellos que requieren de abundantes ilustraciones) serán los conocidos como best sellers, ya sea de autores suecos o asimilados (o quienes se pongan de moda en cada momento) o de los autores patrios que todos conocemos y de quienes se hacen tiradas de decenas de miles de ejemplares. Los zafones, revertes, galas… Ellos llenarán (ya lo hacen ahora) los mostradores de las grandes superficies sin dejar espacio (ya lo hacen ahora también) a novelas mucho más moderadas o raquíticas en su difusión.

¿Esto es algo negativo? Creo que no, en absoluto. De hecho, estoy convencido de que los autores con menos caché tenemos una vía estupenda para dar salida a nuestras obras con el libro digital, el que llega a cualquier punto del mundo sin requerir de grandes inversiones ni esfuerzos de distribución.

Ello depende de dos factores (ambos en manos de la industria editorial): precio razonable (un libro electrónico no debería superar los 5 euros, entre otras cosas para aprovechar el comportamiento impulsivo de muchos lectores: veo algo, lo quiero y lo compro sin buscar vías alternativas) y facilidad de descarga (elijo, pago y me lo llevo a mi lector en un solo paso).

Es el modelo de Amazon, pero también de plataformas como Smashwords que ofrecen sus libros sin molestos e inútiles dispositivos anticopia que lo único que consiguen es que muchos compradores desistan de su intención de pagar por leer lo que quieren comprar y esperen a que el libro en cuestión esté disponible en webs «no autorizadas».

¿A qué esperamos para ser sensatos? ¿No hemos aprendido de los ejemplos de la música o el cine?

¿Será cierto eso de que somos el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra?

 

8 comentarios sobre “Una constatación y una predicción

  1. La hipocondríaca me ha gustado mucho, tenga usted en cuenta que tengo en la familia literaria una florista suicidadora, así que me van estas cosas. He preparado reseña para .38.
    Y le ensayo, estupendo: profundo pero muy ameno (en la línea de los escritos por unos tales Ortiz y Lens

    1. Hombre, tan bueno tan bueno no creo que sea, pero efectivamente está muy bien…
      Por cierto, ya le aviso que es complicado por cuestiones de presupuesto -estamos en ello-, pero en el caso de que hubiera (ojalá), ¿se marcaría un viaje al Mayo Negro de Alicante para una mesa redonda sobre el estado de la crítica del género en Internet? Ya sabe, «Calibre .38», y demás proyectos en los que se ha visto -o nos hemos vito- metidos…

    1. Le mantendré informado, pues. Y estaría bien que cuando tengamos el programa cerrado, hacer en «.38» algo parecido a la entrevista del año pasado… si bien no tan completa, porque de nosotros mismos y nuestros gustos ya hablamos bastante. Pero sí una charla sobre el Mayo Negro de este año, específicamente… cuyo tema vertebral creo que irá, se lo digo en plan exclusiva, sobre la maldad gubernamental, el crimen de estado, las agencias de Inteligencia y las teorías de la conspiración…

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