Hoy debo confesarte que soy probador compulsivo de clientes de Twitter. Y culo de mal asiento en lo que a fidelidad a ellos se refiere, insatisfecho tal vez por demasiado exigente pues a todos les he encontrado, siempre, alguna carencia, lo que me suele llevar a utilizar un par de ellos alternativamente como único método para tener a mi alcance todo lo que creo necesitar para la gestión de mi(s) cuenta(s).
He probado la aplicación oficial (muy flojita), TweetCaster (uno de los más completos pero pelín feo), Ubersocial (muy vistoso pero incompleto), Tweetdeck, Seesmic, Plume o Fenix, un recién llegado y, sin duda, uno de los mejores (de los pocos que cuenta con notificaciones push) aunque debería incluir la opción de programar tuits, entre otros detalles, para convertirlo en la opción perfecta (eso sí, solo hay versión de pago aunque merece la pena desembolsar 1,99 € por él).
Y Hootsuite, por supuesto, el que para mí es el más completo, ese al que siempre vuelvo y del que ya tenía ganas de contar aquí esos detalles que lo convierten en la mejor opción para administrar tu presencia en las redes sociales. ¿Y por qué lo hago ahora? Pues porque acaban de solucionar el único “pero” que existía para mí: la apariencia de la aplicación para el móvil, demasiado espartana, poco agradable a la vista, un tanto estancada en el principio de los tiempos. Sin embargo, la última actualización disponible mejora bastante este aspecto.
¿Y qué hace de Hootsuite la más completa y mejor de las opciones, esos siete detalles (al menos) que la diferencian de las demás? Vamos a ello:
1.- Es una de las pocas opciones (si no la única al margen de la oficial) que, además de la versión para móvil, dispone de versión de escritorio, ambas sincronizadas, por supuesto.
2.- Ofrece una absoluta flexibilidad a la hora de decidir qué columnas queremos ver: tuits enviados, programados, retuits, menciones, mensajes directos, búsquedas guardadas…
3.- Admite la gestión de múltiples cuentas. Sí, lo sé, casi todos lo hacen, pero pocos te ofrecen de un modo tan simple, por ejemplo, con cuál de ellas hacer un RT o mencionar a alguien cuando lees un tuit que te interesa desde cualquiera de las cuentas que administras.

4.- Hootsuite no se limita a Twitter, puedes administrar también (con un límite de cinco redes en la versión gratuita) Facebook, Linkedin (incluso grupos en los que participas), Foursquare, Google+ (solo páginas, no perfiles personales) y blogs de WordPress. En mi caso, a modo de ejemplo, mi cuenta personal en Twitter (@ricardo_bosque), la de la Revista Calibre .38 que tengo el placer de editar y dirigir (@Revista_C38), mi perfil en Linkedin y dos de mis grupos en esa red profesional. Como ves, cinco opciones en total incluyendo los grupos de Linkedin.
5.- Posibilidad de programar los tuits, algo que personalmente considero imprescindible para no saturar el TL de mis seguidores y no tener que estar todo el día pendiente de mi cuenta al poder organizarla desde primera hora de la mañana con las noticias o enlaces que quiero compartir a lo largo del día (o semana, o mes). Por descontado, la programación no solo está disponible para Twitter sino también para las otras redes sociales que hayas añadido.
6.- Ofrece estadísticas de cada uno de los tuits publicados así como unos sencillos (en la versión de pago supongo que más completos) informes sobre tus cuentas: evolución de seguidores y seguidos, tuits más populares, enlaces más pinchados…
7.- Por último, algo que considero fundamental y que pocos clientes ofrecen: la posibilidad de consultar no solo las listas que tú has creado o aquellas a las que te has suscrito sino también, muy importante en mi opinión, todas aquellas en las que otros usuarios han tenido el detalle y buen gusto de incluirte.
Siete razones al menos, como ves, que convierten a Hootsuite en LA OPCIÓN indiscutible a la hora de administrar tu presencia en las redes sociales.
PD: si quieres saberlo TODO sobre Hootsuite y Twitter para escritores (o blogueros, o periodistas, o ilustradores…) puede interesarte este libro de Jean Larser del que me permití escribir unas líneas