… dar cuenta de la última, original e interesante novela que estoy leyendo (Fuera de trama, de Gabriel Noguera) y trastear con eso del Instagram que he estrenado recientemente.
Seguiremos informando (de la novela y del Instagram).
Categoría: Internet y otras hierbas
Internet y tecnologías varias
Segundas partes en Facebook siempre pueden ser buenas
Hace aproximadamente un año, decidí abrir sucursal del blog en Facebook, red social con la que nunca he terminado de congeniar pero en la que tengo grandes amigos. La experiencia duró lo que duró (como el título de la novela de Daniel Chavarría, Lo que dura dura) y terminé cerrando el garito y no por la crisis de la que dicen ya estamos saliendo sino por no terminar de encontrarme a gusto.
Ahora, levanto la persiana de nuevo (los brotes verdes, supongo) con más ganas, con los contenidos del blog, evidentemente, pero con mucho más: noticias relacionadas con la literatura en general y con la negra en particular, eventos, libros de saldo, títulos y autores recomendados, novedades editoriales, efemérides criminales… Por supuesto, si quieres, puedes hacer tus propias recomendaciones o plantear temas de los que discutir (sin llegar a las manos) con los muchos seguidores que la página va acumulando cada día, casi 150 en sus dos primeras semanas de vida.
Prometo, por mi conciencia y honor (aunque no me queda mucho ni de la una ni del otro), estar largo tiempo por allí y, sobre todo, aportar mucho contenido y, en la medida de lo posible, de la calidad que merece el lector.
¿Te lo vas a perder? Yo que tú no lo haría, forastero, así que, si quieres, échale un vistazo y dame una oportunidad dándole al «Me gusta». Luego, si no te gusta, te borras y juro que no seré como las compañías telefónicas cuando haces una portabilidad, no iré a darte la paliza para que te quedes. O sí, pero sólo por tu bien, porque tú lo vales.
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Cómo saber si estás perdiendo el tiempo en Twitter
¿Te has parado a pensar alguna vez si los tuits que publicas alcanzan al mayor número posible de tus seguidores?
¿Llevas, como es mi caso, mucho tiempo empeñado en tuitear por las mañanas cuando resulta que son mensajes casi perdidos, que haría mejor en centrarme en las tardes?
¿Que cómo lo sé? Pues porque lo he consultado en una herramienta que me lo ha explicado de maravilla, con gráficos y todo para que lo entienda hasta yo mismo.
Su nombre, Tweriod. Accedes con tu cuenta y en un momento te muestra cuándo deberías publicar -los lunes, los fines de semana, los días laborables, los domingos- si quieres ser eficaz y no perder el tiempo.
Que es oro y, en Twitter, todavía más.
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¿Quieres programar tus publicaciones en Google+? Ya es posible con Everypost
Por fin, mis plegarias han sido escuchadas y ya hay (al menos) una aplicación que permite programar las publicaciones en Google+. Sí, lo sé, estaban Hootsuite o Buffer, que admitían las páginas en esa red, pero nada respecto a los perfiles personales, lo que tenemos el común de los mortales. Hablo, sí, de Everypost.
La aplicación no es nueva, puede que tenga ya un par de años y hace uno escribí al respecto, pero la verdad es que no iba todo lo fina que sería deseable aunque ya admitía todo tipo de redes incluida la que nos ocupa en esta entrada, lo cual ya era una novedad estimable aunque no permitiera programar contenidos. Tanto me fallaba (sobre todo a la hora de compartir imágenes) que terminé por desinstalarla y olvidarme de ella.
Pero hete aquí que el otro día me da por volver a instalarla en el smartphone y compruebo con una sonrisa de oreja a oreja que, al escribir algo y querer publicarlo me pregunta si lo quiero para ya mismo o prefiero que se publique cuando mejor me venga.
No será verdad, me digo. Pero, por si acaso, le doy al botoncito de programar y me dispongo a esperar diez minutitos (es la hora que he elegido) a ver si de verdad funciona.
Me muerdo las uñas lo justo y, ¡tachán!, a los diez minutos mi publicación estaba en Google+. Sigo haciendo pruebas, añado más redes y programo más cosas y sigue funcionando a la perfección (a veces, muy pocas, se retrasa unos minutos, pero eso sucede incluso en las mejores familias).
Por si fuera poco, Everypost tiene una versión de escritorio en fase Beta, lo que te permite administrar tus publicaciones también desde el ordenador, redactar y compartir o comprobar el estado de cada una de ellas (programada, ya publicada o fallida si es el caso).
Así, como decía al inicio, por fin es posible disfrutar en Google+ de algo ya habitual en otras redes como Twitter, Facebook o Linkedin en las que, aunque no con la aplicación oficial sí con unas cuantas de terceros, podíamos organizar nuestra jornada social a conveniencia.
De momento, tras casi una semana de uso, sin quejas. La única limitación, habitual también en otro tipo de aplicaciones: un máximo de 10 publicaciones programadas simultáneamente.
Por cierto, hago hincapié en esta entrada en Google+ por ser la red más desasistida en este tipo de aplicaciones, pero en Everypost puedes añadir también todas las habituales: Twitter, Facebook, Linkedin, Pinterest y Tumblr.
Y tú, si eres usuario de Google+, ¿a qué estás esperando para probar Everypost? Si lo haces, ya me contarás qué te ha parecido.
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Hablemos de Medium, ¿nueva? ¿red social?
Hace un par de semanas, poco más o menos, y a través de una carta abierta de un tal Pedro J. Ramírez cuyo destinatario era un cual Mariano Rajoy, me enteraba de la existencia de una nueva red social de la que no había oído hablar jamás: Medium.
Estamos hablando, por tanto de mediados de noviembre de 2014. Estamos hablando de que eso, para mí, es una auténtica invitación a probar algo nuevo en esto de las redes sociales. No queda otra que investigar, evidentemente.
Lo hago y leo artículos fechados en 2012. No tan nueva, por tanto, que ya lleva dos años largos de rodaje.
Leo que se trata de una red social creada por los cofundadores de Twitter y que parte con la filosofía de poder compartir textos calidad premium -la filosofía de los inventores es una cosa, lo que los usuarios hagan de ella, algo muy distinto- y, evidentemente, sin el corsé de los 140 caracteres impuestos por la red del pájaro azul.
Cómo no promocionar tu libro en Twitter
Nicolás Solop, responsable de la web Literalis, me pide cinco consejos sobre cómo un escritor no debería jamás promocionar su libro wn Twitter, esas acciones tan habituales que, casi siempre, consiguen el efecto contrario: que el potencial seguidor de ese escritor huya del susodicho juntaletras como alma que lleva el diablo.
Se trata de un post colaborativo en el que cinco personas relacionadas con las letras autoeditadas o no aportamos nuestro granito de arena en este tema. Si eres escritor, puedes o no seguir estas recomendaciones, está claro. En cualquier caso, te animo a que las leas y luego ya, tú mismo.
6 herramientas para saber si lo estás haciendo bien en Twitter
No es la primera vez, ni será la última, que hablo de Twitter en este blog, es una red que me apasiona y, sin ser profesional del sector, sí me gusta estar al día en todo lo que se refiere a herramientas relacionadas con el tema.
Dada mi condición de escritor en mis ratos libres, es lógico que oriente mis textos en esa dirección, si bien considero que son aplicables igualmente a periodistas, blogueros y otras gentes de mal vivir, así que lo que viene a continuación puede servir, perfectamente, para cualquier tipo de bloguero que quiera tomarse lo de Twitter un poco en serio, aunque me dirigiré a mis colegas que le dan a la tecla en plan ficción. Al tema.
Bien, amigo escritor, supongamos que has terminado tu novela e incluso la has puesto a disposición de los lectores, ya sea a través de la autoedición o recurriendo a las editoriales convencionales. Perfecto, misión cumplida, ¿no?
No, claro que no. Digamos -y no es con intención de desanimar- que has hecho lo fácil y ahora te toca afrontar lo verdaderamente complicado: que los lectores -destinatarios naturales de tu esfuerzo- lean tu libro, que lo elijan entre los miles de novelas, relatos o ensayos que los autores -pesados como somos- hemos tenido el detalle de escribir.
Para ello, evidentemente, debes estar en las redes, recuerda que lo que no hagas tú por ti mismo no lo va a hacer nadie, que se acabó el tiempo en que las editoriales -si es tu caso- se ocupaban de promocionar al autor -si es que alguna vez lo hicieron salvo con los cuatro consagrados.
Supongamos también que sabes venderte en las redes, en Twitter en concreto por ser el objeto de este artículo. Supongamos, por tanto, que no has caído en esos errores de principiante de hablar de tu libro, solo de tu libro y nada más que tu libro (recuerda: una de las claves fundamentales del éxito en las redes es aportar valor añadido, y si te limitas a repetir hasta la saciedad el mismo tuit me da que no estás en la buena dirección).
Pero, ¿sabes venderte o crees saber venderte? Es decir, ¿te basas en tu maravillosa intuición o has analizado tu posición de un modo más objetivo?
Vale, si hasta ahora te has fiado de tu intuición, aquí te dejo una serie de herramientas imprescindibles que te contarán toda la verdad sobre cómo estás en Twitter, ofreciéndote, por tanto y si lo deseas, la oportunidad de modificar aquello que no termina de funcionar como debería.
Hootsuite, Buffer y Favstar
En este lote van tres herramientas imprescindibles para analizar tus tuits además de poderlos publicar directamente desde ellas y, en el caso de las dos primeras (de Hootsuite ya he escrito en alguna ocasión), programarlos para cuando quieras que se publiquen. ¿Qué podrás comprobar de un simple vistazo? Cuáles son los tuits que mejor te funcionan, es decir, aquellos con más retuits y más veces marcados como favoritos, amén de proporcionarte la cifra de lectores potenciales por suma de los seguidores de todos aquellos que han compartido tu publicación o el número de personas que han clicado en los enlaces que has añadido a tus publicaciones.
Twitter Counter y Twitonomy
La primera es demasiado elemental pero muy visual, mostrándote cómo evoluciona en el tiempo tu número de seguidores y seguidos, así como tus expectativas de crecimiento a corto, medio y largo plazo.
Por su parte, Twitonomy (aquí explico con detalle cómo funciona) es la madre de todas las herramientas de análisis, la que te proporciona todo tipo de información, desde la básica (seguidores, seguidos, seguidos que no te siguen, listas en las que estás incluido) a la más elaborada (media diaria de tuits, porcentaje de retuits, favoritos o menciones, etiquetas más utilizadas…) y, ojo al dato, la más interesante en mi opinión: quiénes son tus seguidores que más interactúan contigo y quiénes los más influyentes. De este modo, ya sabes a quién tienes que dedicarle una atención especial, ¿no?
Twitter Analytics
Dejo para el final la última herramienta en ponerse a disposición del común de los tuiteros, curiosamente la oficial. ¿Y qué me gusta de Twitter Analytics? Muchas cosas, sobre todo la claridad a la hora de exponer los resultados y, en concreto, dos aspectos fundamentales: que me muestra los intereses más destacados de los seguidores (te ofrece, por tanto, una idea de qué es lo que quieren leer) y las cuentas a las que también siguen quienes te siguen a ti (es decir, tus competidores o tus compañeros de segmento de mercado, como lo quieras interpretar).
Y ahora, ¿qué? ¿sigues confiando en tu infalible intuición o te pones un poquito más profesional?
Y el tuit de la semana (3 a 9 de noviembre) es…
Cómo alimentar el timeline de tu Twitter con contenido de calidad
Twitter es, entre otras cosas, compartir, difundir información o ideas, ya sean propias o ajenas. Las propias tienen un límite, evidentemente: la imaginación o la capacidad de generarlas. Las ajenas presentan un problema: tener que hacer un seguimiento constante de un montón de medios -por ejemplo a través de un agregador de noticias tipo Feedly– para encontrar y seleccionar aquellas que encajen con el perfil de nuestra cuenta.
Pero, ¿y sí ya existen unos cuantos blogs en los que confías plenamente, a los que sigues y cuyas publicaciones son perfectamente coherentes con el contenido que pretendes dar al timeline de tu Twitter? ¿qué tal si alguien hiciera el trabajo por ti, se diera una vuelta cada cierto tiempo por esos sitios y publicase un tuit con el título de la última entrada y un enlace a la misma?
Pues eso es, ni más ni menos, lo que hace Twitterfeed, una herramienta gratuita y fácil de configurar con la que podrás alimentar tu cuenta en Twitter (o en Facebook, o en Linkedin…) con contenido de calidad. Siempre y cuando elijas tus fuentes con criterio, claro. Eso ya depende de ti.
Proceso de alta y configuración
El proceso de alta es muy simple: accedes a Twitterfeed y te registras con una dirección de email y una contraseña. A partir de ahí, ya puedes empezar a añadir las fuentes cuyos contenidos quieras compartir. Vamos paso por paso:
Paso 1
Asigna un nombre al feed elegido (por ejemplo, el nombre del blog) y copia la url del mismo. Por si acaso, clica en el botón que verás a la derecha (test rss feed) para comprobar que la ruta es correcta.
A continuación, pasa a las opciones avanzadas pulsando en Advanced settings y selecciona cada cuánto tiempo quieres que Twitterfeed se dé una vuelta por el blog seleccionado (en la imagen que acompaño, 2 horas), cuántas veces quieres que lo publique (yo pongo una, no es cuestión de saturar a nadie), qué debe incluir (en mi caso, Title Only, para que solo publique el título del post y el enlace, ten en cuenta que dispones de 140 caracteres en Twitter, si lo vas a compartir en Facebook tal vez quieras seleccionar la opción de título y descripción), y el acortador de url preferido (yo he dejado el que viene por defecto, bit.ly). Ojo, donde dice Post sorting, selecciona GUID. Si además quieres (creo que es recomendable) mencionar al autor de la entrada, cumplimenta el apartado Post Suffix con, por ejemplo, «vía @cuentaamencionar».
¿Ya esta todo? Vale, ya puedes clicar en Continue to Step 2.
Paso 2
Aquí debes elegir en qué red social quieres compartir el contenido seleccionado, por ejemplo, Twitter. Si estás conectado ya, te pedirá los permisos de siempre y nada más. Si no has iniciado sesión en esa red, te pedirá el usuario (de Twitter) y la contraseña. Una vez hecho, pulsa en Create service.
Nota: cuando añadas nuevas fuentes y vayas a elegir la red correspondiente, un desplegable te muestra tu cuenta, no es necesario volver a conceder permisos.
Paso 3
En este paso, el último, podrías añadir otra red repitiendo el proceso de conceder permisos o bien, como es mi caso por compartir solo en Twitter, pulsar en All done.
Así, para tantas fuentes como quieras añadir. Cuando vuelvas al Dashboard verás algo así, un resumen para cada uno de los blogs añadidos, desde donde podrás editar el feed modificando su configuración si lo deseas.
Ah, por cierto, ¿ves a la derecha de la lista que pone un número de clicks y la palabra stats? En efecto, pulsando ahí te muestra cuantas veces tus seguidores han ido al enlace que adjuntabas en tu tuit.
Resumiendo, lo primero que consigues con Twitterfeed es dotar a tu timeline de contenido de calidad, lo que se traduce habitualmente en retuits y mayor visibilidad de tu cuenta y, a la larga, crecimiento en el número de personas interesadas en seguirte. Pero no olvides que con tus tuits seleccionados generarás visitas a otros blogs, que se verán igualmente beneficiados con tu selección. Y ahora, piensa: si los responsables de algunos de esos blogs deciden utilizar también Twitterfeed y añaden tu propio blog a sus elegidos, ¿no estarás beneficiándote también a la vez que puede comenzar a crearse una comunidad de blogs de similares intereses?
De nuevo, pues, la parte social de compartir y difundir ideas o información, propias o ajenas.
Eso sí, para terminar, un consejo gratis total: no abuses de la automatización de contenidos, no dejes que todo lo haga una máquina por ti. Recuerda que Twitter, como red social que es, la integran personas, no robots. Dale vida.
Por último, y puestos a pedir, si tienes tu propio Twitterfeed y consideras interesantes los contenidos de mi blog, ¿me añades? Gracias.
Ricardo Bosque 