Novela: «Yo, detective», de Rafael Guerrero


Una mujer amenazada de muerte por su exmarido se ve obligada a huir sin dejar rastro adoptando una nueva identidad. Lo pierde todo para tratar de salvarse ella.

Un joven enamorado viaja a la India para conocer a su futura familia política y termina desapareciendo, secuestrado, quizá muerto, quizá reencarnado.

El detective Guerrero procurará mantener oculta y lejos a la primera al tiempo que busca al segundo hasta debajo de sus cenizas. Los que se van se cruzan con los que no vienen porque nadie está donde debería o querría estar. “Ni siquiera yo, detective”.

Rafael Guerrero (Madrid, 1969) es un exponente dentro de la novela negra actual en lo que se denomina autoficción. Detective privado con más de 25 años de trayectoria, experto en investigación internacional, criminólogo y experto en servicios de inteligencia.

Ha participado en diferentes programas de televisión sobre temática detectivesca, como Equipo de Investigación de La Sexta, Las mañanas de TVE y DETECTIVES del canal Crimen&Investigación. Premio Detective Literario 2018 del Colegio de Detectives Privados de Cataluña. Premio mejor novela negra 2016 de la Editorial Círculo Rojo por Ultimátum y premio mejor novela negra 2011 del Colegio de Detectives Privados de Cataluña por Un guerrero entre halcones (Editorial Círculo Rojo).

Yo, detective
Rafael Guerrero
Círculo Rojo

No ficción: «29 balas y una nota de amor», de Alfonso Egea


La policía encuentra en el camino hacia un pantano un coche carbonizado. En su interior un cadáver desmembrado y prácticamente irreconocible. Solamente los números de serie de una prótesis en la espalda permiten identificarlo. Es Pedro Rodríguez, un agente de policía. Un policía, igual que su novia, igual que el ex novio de su novia. Un trío en el que el sexo y el odio están presentes en todas las escenas de sus vidas y sus relaciones. Será en ese mundo privado en el que los investigadores tendrán que sumergirse para desentrañar el misterio. Pero sobre todo tendrán que comprender cómo es y cómo actúa Rosa Peral, la novia de la víctima, una agente de policía con una personalidad poderosa, atractiva, sensual y peligrosa.

Alfonso Egea es periodista. Nació en Murcia en 1976 y ha trabajado desde 1996 en radio, prensa y televisión, especializándose en la información relacionada con Tribunales, Interior y Sucesos. Actualmente trabaja en el programa de Antena 3, Espejo Público. Éste es su cuarto libro.

29 balas y una nota de amor
Alfonso Egea
Alrevés (Sinficción)

Novela: «Jaque al psicoanalista», de John Katzenbach


Han pasado cinco años desde que el doctor Starks acabó con la pesadilla que casi le cuesta la vida y que arrasó con todo lo que había sido hasta entonces, descubriéndole las facetas más oscuras del alma humana, también la suya.

Desde entonces, ha logrado reconstruir su vida profesional y vuelve a ejercer de psicoanalista instalado en Miami y atendiendo a adolescentes con graves problemas psicológicos y también a pacientes adinerados de la sociedad de Florida.

Sin embargo, una noche, cuando entra en su consulta, descubre tumbado en el diván a aquel al que había dado por muerto: Rumplestilskin ha vuelto y esta vez no busca acabar con él sino solicitar su ayuda. Por supuesto, no va a aceptar un no por respuesta.

Jaque al psicoanalista
John Katzenbach
Ediciones B

Vuelve Dennis Lehane, el «number one» de las letras negras


Lo confieso: soy muy lehanista y considero al de Boston como uno de los mejores -qué coño, el mejor- escritores vivos de novela negra.

Disfruté en su día con la excelencia de Mystic River, me llegó a desconcertar por momentos con Shutter Island, le acompañé a lo largo y ancho de varias décadas por las calles de Boston a través de esa magna trilogía protagonizada por Danny Coughlin aunque, puestos a confesar, diré que el arranque de la primera de la serie –Cualquier otro día-, tan centrada en el mundo del beisbol, me costó lo suyo.

Evidentemente, fue para mí un placer recibir las galeradas de su última novela, Después de la caídaSince We Fell-, para poderla leer antes que el común de los mortales. Y la disfruté, no podía ser de otro modo. Gocé con este narrador capaz de mantenerte en vilo durante más de doscientas páginas en las que apenas «pasa nada» para entrar en una segunda parte desbordante de acción y sorpresas a cada vuelta de página.

Os lo cuento, por supuesto, en mi reseña de Calibre .38.

Ah, ya que estamos de confesiones… ¡No he leído ni una de la serie de Kenzie y Gennaro!

¿Es grave, doctor?

Novela: «Jean-Claude Romand. Mentiras asesinas», de Ana Bolox


Jean-Claude Romand, el protagonista de esta biografía novelada, construyó una vida de lujo y prestigio sobre una existencia inventada por completo. Fue un hombre metódico y mentiroso compulsivo, alguien que salía cada mañana de su casa para acudir a un trabajo que no tenía y que, cuando estaba a punto de ser descubierto, cometió uno de los parricidios más sonados en la Francia del siglo XX: cinco asesinatos, un intento de suicidio y el incendio de su propia casa. Jean-Claude Romand no estaba dispuesto a que su familia descubriera el engaño de toda una vida.

Ana Bolox es licenciada en Filología Inglesa. Ha ejercido como profesora de idiomas, español e inglés, durante más de veinte años y ha trabajado como traductora de textos científicos. Es escritora de novela policíaca y editora de su propio blog, Detrás de un escrito, donde imparte y ofrece tanto talleres de novela policíaca como servicios de mentoría para escritores.

En 2015 publicó en ebook su primer libro de ficción, una serie policíaca que se desarrolla en la Inglaterra de la posguerra y que lleva el título genérico de Carter & West, con el que recupera la novela de misterio al estilo cozy para el público de habla hispana. Publicado en papel un año después por Medianoche Editorial, comenzó también a crear la serie Las cosas y casos de la señora Starling, que, como en el caso anterior, sigue el estilo clásico de novela policíaca, pero en esta ocasión situado en el Nueva York de finales de la década de los 70.

Publica también libros de ayuda al escritor. Es directora y presentadora del programa de radio Vidas Asesinas, en Radio Ya, un programa de acción que cuenta casos reales de personas cuyo instinto fue el de matar: http://ow.ly/nfTD30jCbj2, y forma parte del equipo de redacción de la revista MoonMagazine, en la que, además de su tarea como redactora, se hace cargo de una sección fija, dentro del Club Literario, titulada Construye tu novela con Ana Bolox. Participa, además, y colabora activamente en blogs relacionados con el mundo de la escritura.

Jean-Claude Romand
Ana Bolox
Mi expediente favorito

Cómic: «La puerta al cielo», de Makyo y Sicomoro


Manu, Julie y Anna son tres adolescentes, amigas y compañeras de instituto, apodadas las japonesas por sus tendencias suicidas. Un padre dado a los abusos, otros fallecidos que te obligan a vivir con hermano y cuñada y problemas de convivencia estudiantil, empujan a las tres muchachas a una huida a la idílica campiña francesa, buscando refugio en la casa abandonada de los abuelos de Manu.

Así arranca este alucinante cómic con un excelente guion de Makyo y un dibujo preciosista de Sicomoro. A partir de ahí, dos historias paralelas: la primera, a partir de la aparición en los sótanos de la casa de una puerta al cielo, un pilar a través del que se puede uno poner en contacto con un familiar fallecido; la segunda, más alejada de la fantasía y sumergiéndose en las aguas del suspense, con un pintor como protagonista y su hija desaparecida hace años y con quien guarda un sorprendente parecido Julie.

El lector -servidor en este caso- se pregunta cómo pueden estar ambas tramas relacionadas, porque lo que está claro es que deben estarlo, es lo que suele ocurrir habitualmente. Lo que sucede es que la habilidad del guionista es tal que lo hace imposible de adivinar hasta el último momento, casi hasta la última página -va, no te hagas trampas al solitario y eches un vistazo a las últimas viñetas antes de tiempo.

Este próximo fin de semana me he propuesto leerlo de nuevo, estoy seguro de disfrutarlo como la primera vez o tal vez más, porque pienso escudriñar hasta la última palabra, hasta el mínimo dibujo, para dar con la pista que me anticipe ese sorprendente final.

La puerta al cielo
Makyo y Sicomoro
Norma Editorial

Las descacharrantes aventuras del Chico Centella, tres tardes de jolgorio y alborozo


No es la primera vez que hago caso de los Kindle Flash que, casi a diario, publica Javi de Ríos en sus redes sociales. Así, a bote pronto, recuerdo un encantador marciano con fino sentido del humor, pero seguro que ha habido alguna más.

No será la última, desde luego, porque con estas Aventuras y desventuras del Chico Centella -menos de dos eurillos el pasado 12 de septiembre, casi siete en el momento de escribir estas líneas- lo he pasado como un enano. De cincuenta y cuatro, pero enano en el fondo que lo era en mi Zaragoza de los años setenta. Como lo era Bill Bryson en los años cincuenta pero en los USA, en una ciudad no demasiado grande como era Des Moines (Iowa).

¿Novela? ¿Memorias? ¿Ensayo? ¿Divulgación, como lo clasifica Amazon? Pues un poco de todo ello, tal vez lo más adecuado sería calificarlo de memorias noveladas en las que no se sabe muy bien dónde acaban los recuerdos fieles a la realidad y dónde comienza la imaginación del autor, dotado de una ingenuidad, ironía y mala baba a partes iguales que hacen de su lectura una auténtica delicia en la que es imposible retener una sonrisa permanente y muy difícil no soltar una rotunda carcajada bastante a menudo. Pongamos, a modo de ejemplo, unos cuantos fragmentos:

«Muy de vez en cuando, su despiste (habla el autor de su madre) alcanzaba cotas bastante más preocupantes, sobre todo cuando iba con el tiempo justo. Recuerdo las prisas y el desbarajuste de una mañana en concreto, cuando yo era todavía bastante pequeño -lo suficientemente pequeño, en cualquier caso, para ser muy confiado y completamente bobo-, en la que me dio los pantaloncitos Capri de mi hermana para que me los llevara puestos al colegio. Eran de un color verde lima brillante, muy ajustados y tenían dos rajas a la altura del dobladillo. Apenas me llegaban a media pantorrilla. Cuando me vi en el espejo del salón me quedé parado, incrédulo. Parecía Barbara Stanwyck en Perdición«.

«Las películas de la década de 1950 eran de una calidad incomparable. El cerebro que no quería morir, La masa devoradora, El hombre del planeta X, La tierra contra los platillos voladores, Zombies de la estratosfera, El asombroso hombre creciente, La invasión de los ladrones de cuerpos y El increíble hombre menguante son solo algunos de los inspirados títulos de aquella década de imaginación sin freno. Mi madre y yo, sin embargo, nunca íbamos a ver aquellas películas. En vez de eso veíamos melodramas, protagonizados por lo general por miembros de la gama media-baja del star system: Richard Conte, Lizabeth Scott, Lana Turner, Dan Duryea o Jeff Chabdler. Nunca llegue a entender cuál era el atractivo de aquellas películas. Lo único que hacían era hablar, hablar y seguir hablando en ese tono entre tristón y cargado de reproche que utilizaba la gente en las películas de los años cincuenta. Los personajes casi siempre se ponían de medio lado para hablar, con lo que parecía que se dirigían a una estantería o una lámpara, y no a la persona que tenían a su lado».

«Buddy fue mi mejor amigo durante aquella primera época de mi vida. Estábamos extremadamente unidos. Es la única persona cuyo ano he contemplado atentamente (el único que he mirado, punto) solo para saber qué aspecto tenía uno (rojizo, prieto y ligeramente fruncido, según recuerdo con una claridad algo preocupante).»

«Fueses adonde fueses, había siempre seiscientos niños, excepto allí donde confluían dos o más barrios (el campo, por ejemplo), y entonces había que contarlos por millares. Recuerdo que una vez participé en un partido de hockey sobre hielo en el lago de Greenwood Park con otros cuatro mil niños, cada uno armado con su palo, y que duró al menos tres cuartos de hora antes de que nos diésemos cuenta de que no teníamos disco.»

Sustituyamos disco de hockey por pelota de fútbol y lago helado por descampado de barrio y comprobaremos que, aunque pueda parecerlo, los niños norteamericanos de los cincuenta no eran tan diferentes de los españoles de los setenta, que veinte años no es nada.

El libro -dejémoslo así- no oculta el deseo de Bryson de hacer una crítica simpática al desaforado consumismo norteamericano posterior a la II Guerra Mundial visto con los ojos de un niño, cabroncete pero niño al fin y al cabo. Como la mayoría de nosotros, por otra parte. Y otra crítica -ésta mucho más seria, tal vez la única concesión a la «solemnidad» de todo el libro- a episodios tan vergonzosos como la caza de brujas propiciada por el desquiciado anticomunismo norteamericano encarnado en la figura del senador McCarthy y las políticas político-empresariales llevadas a cabo por gobierno y grandes compañías -la United Fruit Company, por ejemplo- para quitar y poner gobiernos en países como Guatemala, pasando por encima de derechos fundamentales de sus ciudadanos y acabando con la vida de miles de ellos.

Una gran novela, ensayo o libro de memorias con el que disfrutar y desengrasar el cerebro de tanta lectura criminal.

Novela: «Estudio en lila», de Maria Antònia Oliver


Con esta nueva edición en castellano de la reconocida escritora Maria Antònia Oliver, Versátil inaugura una colección de novelas de autoras pioneras del género negro, aquellas que, en las décadas de los 70, 80 y 90, empezaron a abrir el camino a las mujeres que querían defender su espacio en el género. Sus protagonistas, como es el caso de Lonia Guiu, son feministas, valientes e independientes. «Detectivas» de armas tomar que se enfrentan a problemas, a casos, a investigaciones de horribles sucesos que no distan demasiado de los que podemos encontrar hoy en día en los periódicos.

En Estudio en Lila, la «detectiva» Lonia Guiu, deberá localizar a una adolescente que ha huído de casa de sus padres: está embarazada a causa de una violación. Además una misteriosa anticuaria contrata sus servicios para encontrar a tres hombres, supuestamente vinculados con la falsificación de obras de arte, aunque Lonia sabe que miente más que habla y no va a ser fácil perseguir su rastro, porque nada es fácil para una mujer como ella en la Barcelona de los 80.

Estudio en lila
Maria Antònia Oliver
Off Versátil

Sam Pezzo, mi asignatura pendiente con Vittorio Giardino


Vittorio Giardino no puede decirse que fuera un desconocido para mí, pues ya hace unos años había disfrutado de las tres entregas –Infancia, Adolescencia y Juventud– de Jonas Fink, de las historietas cortas que narran los sueños más húmedos de Little Ego, de aquellas historias recogidas en dos volúmenes bajo el título Vacaciones fatales y, cómo no, de las tres maravillas protagonizadas por Max Fridman: Rapsodia húngara, La puerta de Oriente y No pasarán, ambientada ésta, claro, en la guerra civil española.

Me faltaba, incomprensible e imperdonablemente para un amante del mejor género negro, noir o giallo -qué más da, si no hablamos más que de colores-, enfrentarme a uno de sus personajes estrella, el detective Sam Pezzo, algo que subsané hace unos pocos meses a través de este integral que reúne todas sus historias.

Ya había visitado a través de las letras -en algunas ocasiones también en persona personalmente- ciudades italianas como la Padua de Massimo Carlotto, la Roma de Giancarlo de Cataldo, la Vigàta de Camilleri, el Milán de Scerbanenco, el Valle de Aosta de Manzini, la Florencia de Marco Vichi o la Nápoles de Maurizio de Giovanni. Conozco ahora hasta el último de sus rincones la Bolonia de Giardino, una ciudad sórdida, gris y siempre lluviosa, llena de maleantes de tres al cuarto, de burgueses en franca decadencia a través de la mirada de un detective siempre dispuesto a llevarse todas las hostias, otro de esos caballeros andantes que anteponen la justicia -su modo de hacer justicia- al beneficio económico aunque sea éste último el que les impulsa a meterse en líos la mayoría de las veces.

¿Alguna historia a destacar? Sin duda la más extensa de todas, Shit City, centrada en el mundo de las apuestas deportivas -hípicas, en concreto- y la comunidad asiática boloñesa.

Asignatura aprobada, por tanto, me pregunto ahora por otra ciudad transalpina que pueda visitar en el futuro, ya sea con o sin viñetas de por medio. ¿Alguna sugerencia?

Sinopsis editorial

Detective duro pero integro, Sam Pezzo recorre las calles de una Bolonia negra y cruel plagada de criminales de poca monta, tensiones raciales y violencia callejera. Sus investigaciones le llevarán a conocer la cara menos amable de la ciudad, mientras que a través de su mirada nos acercaremos a la atormentada realidad cotidiana de sus habitantes.

Nacido a finales de los setenta, Sam Pezzo es una de las creaciones más conocidas de Vittorio Giardino (No pasarán, Jonas Fink) y un homenaje a los grandes personajes de Dashiel Hammet y Raymond Chandler. Este volumen contiene todas las historias de este gran clásico de género negro del cómic europeo en una edición acompañada de ilustraciones y contenidos extra.

Sam Pezzo
Vittorio Giardino
Norma Editorial

Novela: «En el vientre de la roca», de Jerónimo Andreu


Como imponente vigía de la entrada al Mediterráneo, a un tiro de piedra de Marruecos, se yergue orgulloso el Peñón de Gibraltar, símbolo secular de contrabando, blanqueo de capitales y crimen organizado. En esta primera novela de ritmo trepidante, Jerónimo Andreu nos adentra en un mundo turbio y complejo, donde el dinero y la droga cambian de manos a toda prisa, tanto como el afán de enriquecerse de forma fácil y rápida aun a riesgo de perder la vida.

En medio de este polvorín, Pippa Hampton, hija de un alto cargo del Foreign Office, se ha esfumado tras cruzar la frontera que separa Gibraltar de La Línea. Antes de que el caso se convierta en un escándalo, el Honorable Chief Minister Marc Parody recurre a Joseph Sanchez, un antiguo agente de su servicio de protección personal. Así, la búsqueda de Pippa conducirá a Joseph por las pintorescas calles de Gibraltar, por las que pululan viejos espías, comerciantes de joyas sefardíes y viudas de ladrones legendarios. Al otro lado de la Roca, a su vez, los contactos que frecuenta Joseph no son de mejor índole: policías corruptos, chaperos, pedófilos y vendedores de lotería ilegal. Y por último, Marbella, donde una cruenta guerra de clanes de la mafia irlandesa dará una nueva dimensión a sus pesquisas. Sin embargo, las agujas del reloj no paran y el misterio sigue sin resolver: ¿dónde está Pippa Hampton, quién es realmente y qué secreto esconde?

En el vientre de la roca
Jerónimo Andreu
Salamandra Ñ